En clave de fútbol
Cambio de tercio y de talante radical para hablar de nuevo de lo verdaderamente importante y dejar tanta palabrería. Hoy la melodía va en clave de fútbol, con mención especial a dos blogueros geniales que, como si no tuviesen bastante con eso, son encima futboleros (¿se puede caer más bajo?): Daniel y Antonio.
Y es que nos vamos a Madrid y, joder, como somos de pueblo, nos posee el espíritu de Paco Martínez Soria y necesitamos pregonar que nos vamos a la capital (que no se entere mi alcalde de que he dicho esto o me acusa de leso getafismo por no reconocer la verdadera capitalidad).
Hablemos de lo importante
¿Qué mejor momento para dejar de hablar de política? A ver, podríamos hablar de… ¿fútbol?
Hoy no merece la pena hablar de otra cosa. Ni del racismo borreguil en los campos, que nace del aburrimiento y la frustración, porque ha llegado un momento en el que Eto’o ya no era negro y nadie debía recordárselo imitando a un mono. Ni de la politización (en su peor y más rancia versión) del deporte, que tampoco tiene nada de reflexivo, porque con tres goles en el zurrón Oleguer se había alistado en el bando nacional-católico y nadie quería «deportar» a este «polaco». Tampoco merece la pena hablar de que los mismos que dirigen el equipo que hoy hace feliz a esta ciudad son los que controlan férreamente el cotarro inmobiliario que la amarga los 364 días restantes del año. Ni de la sensación que produce y las preguntas que surgen (¿qué coño ha pasado? ¿cómo hemos llegado aquí?) al escuchar al dueño del Getafe SAD hablando de sus tiempos mozos de sindicalista y militante del PCE.No hablemos de nada de eso hoy, y mucho menos de la campaña electoral, que eso mancha. Reduzcamos todo a altas dosis de chovinismo y proselitismo: ha sido la leche.